martes, 9 de abril de 2013

Literatura entre corridas y disparos (Los lectores de corazón leen en cualquier parte)





























Y cuando digo “en cualquier parte” no me refiero solamente a la ubicación física de uno cuando lee, sino a los diferentes medios y lenguajes a los cuales se puede recurrir en la insaciable búsqueda de historias.

El viernes decidí dedicar “un tiempito” a esa otra actividad que tanto me gusta y muchas veces dejo de lado por priorizar mi vocación de escribir: los videojuegos. Sin darme cuenta, se activó mi modo maniático y cuando decidí parar porque ya estaba “un poco cansada” eran las cinco de la madrugada y había jugado como nueve horas de seguido. Empecé y casi terminé un juego de una sola sentada.

Acepto que no todo el mundo comprenda mi pasión por los videojuegos y que hasta se pregunten por qué hablo de algo como esto en un blog que tiene por objetivo ser un espacio de diálogo –sí, gente, la idea es que ustedes también participen >_< – sobre todo lo que rodea la tarea de escribir. 

Pues precisamente por eso: cualquier experiencia narrativa de calidad constituye un aporte fundamental para todo aquel que desea contar sus propias historias, no importa si ella venga cabalgando en letras o en bits. Diferentes lenguajes, eso es todo, pero el mismo fuego adentro cuando se hacen bien las cosas.



1. Los videojuegos hoy: más allá del pac-man y el tetris

Recuerdo un día en el trabajo en que otro colega fanático de los videojuegos y yo conversábamos sobre el argumento de determinado juego. Una compañera nuestra –aficionada a la lectura como quien les redacta este post– comentó que le parecía sorprendente que los videojuegos tuvieran una “historia”. Con una ternura y amabilidad que casi no parecían mías le expliqué que estábamos en el 2012 (cuando eso), que las cosas habían cambiado mucho desde los tiempos del pac-man y el tetris, y que hoy en día había videojuegos con argumentos mejores y más complejos que los de muchos libros. Más aún –y este tema ha sido algo que me interesó siempre desde mi punto de vista de escritora–, por el tipo de experiencia que los videojuegos proveen, generan en ocasiones un vínculo mucho más intenso que otros medios (libros, películas) del jugador (lector, observador) con el protagonista –sobre todo– y en muchos casos también con los secundarios. 

Que no les sorprenda que el día de mañana le dedique a este asunto un estudio más a fondo, más allá de este yermo. Por hoy basta con citar como ejemplos a geniales títulos como –mis grandes favoritos– Red Dead Redemption, Uncharted o Bioshock, en los cuales podemos encontrar ya sea el retrato de una época bajo una mirada ligeramente sarcástica o la historia de un personaje que se construye y se cierra perfectamente, o, como en el caso del último de los citados, un argumento que se anima a ir todavía más lejos explorando utopías –que terminan transformadas en terribles distopías–, teorías complejas y las motivaciones más profundas que llevan al ser humano a comportarse de la manera en que lo hace. Si todo esto no es arte, como dicen por ahí, ¿el arte donde está?



2. Poesía en medio del despelote y los tiros

“Todos los hombres sueñan pero no de igual manera. Aquellos que sueñan por la noche, en los polvorientos rincones de sus mentes, despiertan al día siguiente para encontrarse que todo fue vanidad. Pero los soñadores de día son hombres peligrosos porque ellos pueden actuar en sus sueños con los ojos abiertos para hacerlos posibles. Esto es lo que hice”.

  No dejen de escuchar la cita al principio del video XD


Así, con esa cita de Thomas Edward Lawrence, más conocido como Lawrence de Arabia, militar, arqueólogo y escritor británico, autor de Los siete pilares de la sabiduría, libraco bien gordo que ahora me entraron ganas de leer, empieza el juego que despertó mi lado maniático: Uncharted 3. Una aventura a la que hace rato le tenía muchas ganas, después de haber jugado las dos primeras entregas, en las cuales ya le tomé un tremendo cariño al protagonista, el buscador de tesoros Nathan Drake.

Lo que más me gustó de esta entrega –hablando solamente desde el punto de vista narrativo– fue eso mismo que nos engancha en cualquier buen libro: un personaje bien trabajado, cuyo pasado no nos llega a través de largas explicaciones sino mediante las referencias justas que permiten al lector (jugador) imaginar la parte oculta del iceberg, las relaciones del protagonista con quienes forman parte de su vida y todo lo que implica la aceptación de la historia personal y la construcción de la propia identidad. ¿Acaso no son las mismas virtudes y temas de grandes obras literarias que les ha tocado a ustedes leer o conocer? 

Y como si con eso no fuera suficiente para comprarme por completo, una cita inesperada en uno de los momentos más íntimos del juego me dejó con la boca abierta y casi incapaz de apretar los botoncitos correspondientes:

¿Cuáles son las raíces que arraigan, qué ramas crecen
en estos pétreos desperdicios? Oh hijo del hombre,
no puedes decirlo ni adivinarlo; tú sólo conoces
un montón de imágenes rotas, donde el sol bate,
y el árbol muerto no cobija, el grillo no consuela
y la piedra seca no da agua rumorosa. Sólo
hay sombra bajo esta roca roja
(ven a cobijarte bajo la sombra de esta roca roja),
y te enseñaré algo que no es
ni la sombra tuya que te sigue por la mañana
ni tu sombra que al atardecer sale a tu encuentro;
te mostraré el miedo en un puñado de polvo.

Un fragmento de La tierra baldía, de T. S. Eliot, en la fantástica voz de la villana de la historia. La felicidad O_O Para alguien que ama la literatura y los videojuegos encontrar allí un poema como ese era como estar flotando entre las nubes.

Cuando terminé el juego, el sábado, lógicamente quedó en mi corazoncito ese mismo vacío que queda cuando acabo un libro y me pregunto cómo seguir ahora mi vida, tras ese cerrar de contratapa (de la caja del juego en este caso) que siempre se figura como una despedida. Como la pequeña muerte que significa cada despedida.



3. Ese inevitable placer de leer (en cualquier formato)

Creo que ustedes ya entendieron el que es el punto central de este post, a fin de cuentas.

Todos los grandes autores coinciden por lo general en una recomendación: para ser un gran escritor, es preciso ser primero un gran lector. Y así como de seguro no les produce culpa hacerse de tiempo para sentarse a leer –porque saben que con ello están juntando las herramientas que necesitan para desarrollar su oficio–, que tampoco les dé culpa ponerse a ver una película o echarse unas nueve horitas en la PS3 como esta forajida que les escribe.

Porque el más hábil lector es el que sabe encontrar en cualquier parte esas grandes historias y los detalles que las hacen grandes. En un libro clásico, en una película que llega hasta el alma, en un juego que nos hace vivir una aventura, en los ojos de una persona que en su silencio nos revela su mundo.

No se pongan límites, nunca se corten las alas. Levanten todas las piedras y revuelvan todos los cajones buscando esas historias que pasaran a formar parte de la mitología personal de cada uno de ustedes. Constrúyanse y no dejen que nadie se les burle o les haga de menos porque ustedes encuentran tesoros donde otros quizás no se asoman siquiera a buscar.

Vivimos en una época privilegiada –más allá de todas sus complejidades y dificultades– y sería un desperdicio no aprovecharla. 

¬-(o_Ó) es tiempo de salir a cazar historias, como siempre.

Y como siempre digo: andemos por el mundo con los ojos bien abiertos. Es la única recomendación que vale la pena.

Saludos forajidísticos (>_<)/


PD: Ya que estamos hablando de Uncharted y que el dibujo de esta semana conmemora la pequeña victoria que siempre significa terminar un juego (en este caso el 3), pasen a mirar los dibujos que me hizo el Forajido Nabetse un tiempo atrás, en recuerdo de cuando terminé Uncharted 1 y Uncharted 2. A mí me gustan mucho XD


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