Los Cazarrecompensas

Estamos en época de premiaciones de concursos literarios y es un buen momento para conversar sobre ellos, a fin de empezar a preparar las obras que participarán en los próximos. Así como un corredor no se larga a una maratón sin haber entrenado su cuerpo antes, tampoco es recomendable enviar a un concurso un cuento terminado el día anterior al cierre del plazo. Cierto que todos lo hemos hecho alguna vez, ‒ey, vivimos en Paraguay‒ pero no es lo recomendable.

No hace mucho leía en el blog Write it sideways un artículo de Suzannah Windsor Freeman sobre los pro y los contra de presentarse a concursos literarios y era bastante interesante, aunque ‒lógicamente‒ orientado a la realidad de los escritores del primer mundo, donde la situación editorial difiere en muchos aspectos de la nuestra. Si el inglés no les da problemas, lean el artículo original para comparar lo que allí dice con lo que vamos a comentar ahora y ampliar su visión, lo cual siempre es bueno.

La historia de dos "Forajidos"

Un dibujante y una escritora decididos a vivir la aventura de hacer lo que nos gusta, eso es lo que somos. Por eso nos declaramos “forajidos”. Cuando uno nació en un país donde “del arte no se vive” pretender huir de esta rígida ley requiere un esfuerzo considerable. Es como andar a través de un interminable y muy caluroso desierto. Cada cual conoce su yermo personal y las dificultades que lo habitan.

Para recorrer el nuestro sin desfallecer se requiere un gran esfuerzo de la voluntad y también un esfuerzo físico, no vamos a mentir. Porque hay que robarle horas al sueño y tratar de sobreponerse al cansancio del trabajo “de verdad”, ese que permite pagar los gastos. No es glamorosa la vida de forajidos, eso no es nada nuevo.

Pero quien siente en su interior el fuego de una vocación nos comprenderá fácilmente. Queremos darle más impulso a esas vocaciones –las nuestras y las de los lectores que compartan intereses– y por eso empezamos este blog. Para compartir aventuras, dificultades, problemas, soluciones, recursos, aprendizaje.

Si a vos también te gusta escribir o dibujar, te invitamos a subirte a esta carreta. Alguna cosita te habrás de llevar y también podrás curiosear cómo les va yendo a estos dos “forajidos”. Quizás las hogueras que encendamos por el camino iluminen tu propio sendero para cabalgar hacia el horizonte.

¬-(o_Ó)