martes, 9 de julio de 2013

... y los que cavan (Los personajes secundarios de nuestras historias)




























Como por cuestiones laborales me veo en la necesidad de tomarme una diligencia y pasarme unos días lejos del rancho, estoy obligada a ser responsable y dejar todo listo antes de irme. Así que, como en los viejos buenos tiempos, en este martes que recién inicia vayamos de lleno al tema que nos ocupa, bajo la luz de las estrellas que encienden la noche del desierto. 

La semana pasada hablamos de los protagonistas. Hoy nos centraremos en aquellos que completan la pandilla y que, sin liderarla, aportan elementos fundamentales para la construcción del mundo y la historia que trabajamos por crear. Como dice John Marston: "Todos morimos solos pero vivimos acompañados", así que mientras nuestros protagonistas estén embarcados en el viaje de sus vidas, lo mejor que podemos darles es un sólido equipo que los acompañe en ese trance. Porque se sabe: es difícil encontrar buenos colegas en cualquier área de la vida pero, una vez que se logra, los resultados pueden llegar a ser sorprendentes.


1. No somos muebles

Soy una maniática de las palabras, lo confieso. Así como puede maravillarme el uso que se haga de ellas, también pueden encontrarme frunciendo el ceño en un rincón por el significado de alguna usada como al descuido, algo por lo cual nadie –por lo general– se sentiría tocado u ofendido. Algo así me pasó cuando, leyendo otro de esos famosos libros sobre técnicas de escritura y demás, encontré que se referían a ciertos personajes secundarios como "muebles apenas animados en el entorno de la historia". 

No pude contener una expresión indignada ante semejante consideración, a pesar de entender los objetivos didácticos que llevaban a la autora a simplificarlo de esa manera. Es cierto que a veces podemos darle más tiempo de aire al mobiliario de una habitación que a algunos de los secundarios, pero esto tampoco justifica que nos volvamos así de irreverentes. Porque, desde mi punto de vista algo maniático, un desarrollo incorrecto de los secundarios es algo así como una falta de respeto narrativa, tanto hacia el lector como hacia el propio trabajo. Y si les parece que no, les dejo esta interesante escena de ninjas que puede ilustrar muy bien el punto.

Para hablar con más claridad sobre el tema, nos conviene distinguir, entre todos aquellos personajes que acompañan al protagonista (ya sea de su lado o en su contra), cuatro grupos diferentes según su grado de participación en la historia: los personajes principales, los secundarios, los incidentales y los ambientales. O las estrellas, los jugadores destacados y los muebles, según la clasificación del libro que les comenté o_O

a. Principales: son aquellos que reciben la mayor atención, tanto de parte del escritor como del lector, ya que tienen una participación directa en los hechos narrados. Esto significa que la historia trata de cosas que les pasan a ellos o que ellos mismos realizan. Se puede decir que el protagonista es precisamente el más importante de todos los personajes principales.

b. Secundarios: son los que acompañan de cerca a los personajes principales y participan de una forma decisiva en la historia, provocando ciertas reacciones y tomando parte en la acción del relato, aún cuando no lo hagan con tanta frecuencia como los personajes principales. Aún cuando su participación puede no resultar fundamental para la historia, siempre hay una razón para que ellos estén allí.

c. Incidentales: son aquellos que tienen apariciones fugaces, que por lo general se limitan a una única oportunidad y para hacer algo específico: hacerle llegar un mensaje al protagonista, interactuar brevemente con otro de los principales, etc. Puede darse algún caso en que un personaje incidental llegue a tener una importancia trascendental en la historia, lo cual exigirá entonces también un mayor desarrollo de parte del escritor, quien no puede ponerlo allí por mera casualidad, sino por razones que, aun cuando no se las revele a los lectores directamente, al menos él debe conocer y dejar ver de alguna forma.

d. Ambientales: son los que llamaríamos "extras", los que están allí para contribuir con la creación del ambiente, por ejemplo: los otros comensales en un restaurant, los demás clientes en una tienda, los vecinos, policías o soldados.

Hecha esta distinción, queda claro que la mayor parte del trabajo de desarrollo se centrará en los dos primeros grupos y ocasionalmente en el tercero. Bueno, a fin de cuentas creo que no debo ser tan maniática: algunos sí son casi como muebles o___o


2. Todos somos personajes secundarios de alguna historia

Habiendo hecho algunas marcas en el camino que nos permitan orientarnos, podemos ahondar un poco más en el desarrollo de los personajes secundarios. 

A veces podemos vernos arrastrados por la tentación de crear un universo donde todo y todos giren alrededor de nuestro protagonista, lo cual no es difícil de entender ya que es natural para cualquier escritor sentirse muy vinculado a la estrella de su relato. Todos ustedes me darán la razón probablemente: la realidad es que nos gustan mucho nuestros protagonistas, no hay otra explicación para invertir largas horas de nuestras vidas en ellos. Tenemos una fe verdadera en la historia que tienen para compartir con el mundo y es esto lo que a veces puede hacernos perder esa mirada algo imparcial que como "profesionales" nos vemos llamados a mantener.

Si en el post pasado decíamos que todos somos protagonistas de nuestra propia historia, viéndolo hoy desde el punto de vista opuesto, la verdad es que también todos somos secundarios en la historia de muchas otras personas. Cada uno de los personajes, al igual que cada uno de nosotros, es también un mundo con sus propias motivaciones, deseos, secretos, dolores, alegrías, gustos, anhelos.

Si por amor a esa delicada tarea de narrar eventos ficticios asumimos el desafío de crear un mundo en el cual el lector pueda sumergirse por completo, olvidando que se trata apenas del invento de una mente inquieta, es muy útil entender a los personajes de una manera que no dista mucho de nuestra realidad: si queremos que ellos transmitan la vida que late en su interior, debemos verlos y respetarlos como lo que son: cada uno el protagonista de su historia personal. Amo y esclavo, ángel y demonio, su propia salvación o condenación, tal como cada ser humano que camina sobre esta tierra.

Darle importancia a cada uno de los actores cuya presencia en la historia tiene algún tipo de peso nunca será una equivocación. El tiempo que otorgamos a su desarrollo no será tiempo perdido, sino que con el ritmo calmo de la tierra que abraza en su interior a la semilla, dará abundante fruto en profundidad y detalles, cuya función no es otra que la de dar vida a una historia, logrando eso que es el sueño de todo narrador: lograr que el lector quede satisfecho con esa aventura, guardando en su corazón la alegría de haber conocido a un grupo increíble de gente, gente que le gustaría tener como amigos y a quienes incluso ya los siente así en cierta forma, porque los conoce, porque ha visto esos elementos que los hacen únicos: su historia, su pasado, sus manías, sus talentos. Todo eso que el escritor ha seleccionado cuidadosamente mientras disfrutaba del proceso de conocer a sus propios personajes.

Les deseo una semana de fluida escritura.

¬-(o_Ó)


PD: Hablando de los que integran el equipo, tenemos el gusto de presentarles a otro de los personajes del yermo: en la imagen de hoy, entre el Forajido Nabetse y Cactus se encuentra él, un espíritu libre, elusivo y vagabundo que solo de vez en cuando se digna a hacer un alto en el infatigable viaje que constituye su vida para traernos noticias de otros aires. Conozcan a Tumbleweed, el arbusto rodante del Yermo xD   .........@........

PD 2: Y una cosa más, ya que estamos en el tema de los personajes que pueblan y dan vida al mundo que vemos a través de los ojos de los protagonistas, comparto con ustedes este concept art que hizo el Forajido Nabetse de Fil, una de las más jóvenes integrantes del elenco de la novela que estoy escribiendo xD A mí me encanta. ¿Qué les parece a ustedes? No se olviden de dejar un "me gusta" o una opinión en la página del ilustrador, que estuvo inspirado este domingo y se pasó con ese dibujo y también el que ilustra el post de hoy.

¡Saludos desde el yermo!

No hay comentarios:

Publicar un comentario