martes, 26 de noviembre de 2013

Cuando escribir se parece a elegir juguetes




















¡Hola, amigos del Yermo! 

Tal como les adelanté en la sección "PS 2" del post anterior, hoy, por primera vez, la entrada de la semana será obra de un autor invitado: nuestra amiga y colega M.M. Ballasch, quien alcanzó un hito en la vida de todo escritor al lanzar el jueves pasado su primera novela, "Águilas sobre el viento", viene hoy al Yermo para que ustedes puedan conocerla mejor y quedarse con muchas ganas de descubrir las historias que ella tiene para ofrecer. Y como la mejor presentación de un escritor es su trabajo (su biografía la pueden leer en la solapa del libro :P), sin tanto preámbulo les dejo con ella. 

Mel les hablará de los Fan Fiction. Pónganse cómodos para dar una vuelta por un mundo distinto y al final comprender por qué el tema de escribir o no este tipo de ficciones se parece a elegir entre esos muñequitos artesanales y algo precarios que suelen ser los personajes que creamos y esas espectaculares figuras de colección que los grandes escritores nos presentan en tentadoras cajas vitrina XD

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Antes de empezar: muchas a gracias a Patty por darme un espacio en su blog y por sus palabras sobre el lanzamiento de "Águilas sobre el viento". Espero que tengan ocasión de leer el libro. Me encantan los comentarios. Sí, un año (desde que lanzamos en conjunto nuestro primer libro de cuentos) pasa muy rápido. Sigan leyendo el blog que todos los posts son geniales. 


CUANDO ESCRIBIR SE PARECE A ELEGIR JUGUETES

En cierto modo, el fanfiction es algo tan simple que, como todo lo demás, no tiene una sola definición. Es lo que uno hace sobre el trabajo de alguien más (y estamos hablando de piezas escritas; cuando se trata de imágenes, por ejemplo, se llama fanart).


Respétenme. Los derechos de autor.

Anne Rice y George R. R. Martin se han manifestado fuertemente en contra. Ella llegó a negar su consentimiento para que dicho material sobre su obra se publique en sitios como fanfiction.net.

Últimamente, como ha sucedido en el anterior post de este blog, se debate mucho sobre los derechos de autor a consecuencia de la condena del escritor Nelson Aguilera a dos años y medio de prisión por plagio. Hay que dejar claro que el fanfiction no es plagio (aunque sí afecta a los derechos de autor), dado que, aunque toma ciertos elementos, propone un contenido que presumiblemente nunca estuvo en la imaginación del autor original.

El derecho moral (el que se refiere al aspecto no patrimonial) del autor crea, como lo menciona Fremiort Ortiz Pierpaoli (Derecho de autor y derechos conexos, Ed. La Ley Paraguaya, cuarta edición), un vínculo indisoluble entre el autor y su obra, y se busca defender ésta como una abstracción de la personalidad de aquél. Hablamos de que no hay plagio porque no se ve afectado el derecho de paternidad, el que hace al reconocimiento del autor como tal. Vale decir, se cuenta con un disclaimer que indica quién es el verdadero creador del personaje o del mundo utilizado, e incluso se señalan las modificaciones insertadas (OOC –out of character– para un personaje que actúa de forma distinta al original, AU –alternate universe– cuando los personajes habitan un universo paralelo y OC –original character– cuando se trata de un personaje nuevo).

Los derechos de autor también protegen el derecho del mismo a lucrar con el producto de su trabajo. De ahí deriva que los fanfiction no se puedan vender y que la existencia de publicidad en páginas web que se dedican a poner a disposición de otros fanáticos estos trabajos sea, en mi opinión, incorrecto y una completa violación de derechos. Significa lucrar a costa del autor y sin darle participación en las ganancias; y no sólo se está abusando del autor de la obra original, sino también de la buena fe de quienes postean su obra en dicha página. Para que la página pueda lucrar, debería tener autorización de ambas partes.

También debe tenerse en cuenta que el autor tiene derecho a decidir tanto sobre la publicación de la obra como sobre su retiro del mercado. En este sentido, en mi opinión, ello implicaría la consecuencia de que toda esta obra “derivada” también tendría que desaparecer.

Como último detalle: Orson Scott Card, el autor de El juego de Ender, dijo en un principio que utilizar a sus personajes para hacer fanfiction es el equivalente moral de mudarse a su casa sin invitación y echar a su familia. Luego cambió de opinión e incluso asistía a concursos, diciendo que cada una de estas piezas es un agregado a su libro y sería un idiota si quisiera verlo desaparecer.

El cambio de opinión también existe.


Quiero más. Los derechos del lector/consumidor.

Ahora, siempre deben verse las cosas desde los dos lados. Desde el punto de vista del consumidor o productor de fanfiction, pueden considerarse varios aspectos.

Como lo dijo Carla Fabri en su artículo “Confieso que he copiado”, publicado en la Revista del diario ABC Color el domingo 17 de noviembre: Es llamativo que no sean las figuras más talentosas las que apoyan la proclamación de los derechos de autor. Sucede que en determinadas condiciones sociales, quizás sean las acciones de los plagiarios las que más contribuyen al enriquecimiento cultural, y la gente ingeniosa se da cuenta de eso. “El derecho de autor ya no es lo que solía ser. En la era digital, la copia es ubicua, cotidiana, silenciosa, vital. Se ha vuelto una parte sustancial de la cultura contemporánea”, afirma el investigador Ariel Vercelli en su último artículo, en el que busca explicar por qué el derecho a copiar debe ser considerado un derecho humano.

No buscamos llegar tan lejos. La idea no es defender el plagio, pero no puede negarse que las historias pasan a formar parte de quienes las leen (si bien los derechos morales del autor son irrenunciables e imprescriptibles, no se pueden transferir). En palabras de Lev Grossman (TIME, 10 de julio de 2011): No lo hacen por el dinero. No se trata de eso. Los escritores lo escriben y lo suben a la red sólo por la satisfacción. Son fanáticos, pero no son consumidores de los medios silenciosos y limitados al sofá. La cultura les habla, y ellos le hablan de vuelta a la cultura en su propio lenguaje.

Se trata de eso, una forma de expresión de la que no se puede, o no se debe, privar compulsivamente a los consumidores, siempre y cuando respeten los límites establecidos. En el fondo, todos los autores buscamos compartir lo que hacemos. En ese sentido también puede ser beneficioso para el autor del original, dado que contribuye a la difusión de su obra y le genera más beneficios.


¿Por qué escribir fanfiction?

- La práctica. Jeff Goins en su libro "You are a writer" habla sobre la necesidad del escritor de practicar en público. Hacer fanfiction permite publicar una obra sin gastos y tener la certeza de recibir retroalimentación. No todos los comentarios son útiles, pero constituyen opiniones valiosas dado que quienes opinan suelen tener gustos similares a los del autor, quien posiblemente se dedicará a obras de mismo género, si no del mismo estilo, al haber elegido la categoría por alguna razón.

- El público. Estas obras permiten al escritor contactar con gente que tiene su mismo interés y puede proveer una opinión sobre su trabajo con esa base. El que se elija una obra original de un determinado estilo no quiere decir que necesariamente se siga el mismo, por ende es posible generar un grupo de lectores que disfruten del estilo particular del autor e incluso lo empujen a realizar obras completamente originales.

- El spin off. Personajes. A pesar de que el fanfiction generalmente toma mundos y personajes de una historia preexistente, ofrece muchas alternativas interesantes. Una de ellas es el spin off, la posibilidad de desarrollar con mayor profundidad un personaje con mucho potencial, pero que por algún motivo en la historia principal tiene muy poco espacio. Otra de ellas es el cambio de escenario, que permite trabajar al autor con la idea de cómo los personajes reaccionarían en situaciones distintas a la de la historia original (una técnica que, de hecho, muchos autores recomiendan en sus libros de how-to, aunque no precisamente relacionada con el fanfiction).

- La creatividad. Si bien es cierto que mucho del contenido surge de la obra original, existen elementos originales del autor que son los que hacen que el fanfiction resulte atractivo para los demás fanáticos. Si no hubiera un verdadero aporte, no tendría razón de ser.

- El empuje. Mucha gente cree que no tiene el talento suficiente para escribir o no se anima a hacerlo. El fanfiction da empuje a estas personas al ofrecer un punto de apoyo, una audiencia que presumiblemente tendrá una reacción favorable al trabajo publicado y un camino más sencillo para hacer el primer intento.

- Estructura. Quiérase o no, el fanficiton implica una práctica de la estructura dentro de la historia (sea cuento o novela, es decir un one-shot o varios capítulos). Y cuando uno maneja este elemento, ello le permite concentrarse en los demás a la hora de trabajar y le hace la cuesta menos empinada.


¿Por qué no escribir fanfiction?

- El camino fácil. La gente que escribe fafiction suele hacerlo porque de esa forma cuenta con un mundo y con personajes que ya no necesita crear, puede sencillamente trabajar con lo que alguien ya hizo antes. Me hace acordar a uno de los personajes de El mundo perdido (de Michael Crichton), Lewis Dogson si mal no recuerdo, que se dedicaba a aprovecharse de las ideas que ya fueron parcialmente desarrolladas por alguien más en lugar de cultivar las propias.

- La pereza. Mucha gente que trabaja con fanfiction se limita a hacer cross-overs (un cruce) de dos historias donde los personajes de la historia A experimentan la historia B en lugar de la suya propia, y ello es muy poco productivo. Es limitarse a acumular palabras a las que en verdad no se les está dando sentido.

- La falta de profesionalismo. En general el material que se publica es muy pobre, no sólo en cuanto al contenido sino también en el nivel de edición. Si bien es cierto que hay gente con verdadero talento que sencillamente decide que publicar libros no es lo suyo y enfocan su creatividad por este camino, la mayoría de la gente descarga una idea que tiene en un “momento de inspiración” y la publica así como sale, con lo cual el producto final está muy lejos del verdadero potencial de quien lo publica y muy poco hace para mejorar sus habilidades.

- La falta de respeto al autor. Esto se relaciona con el derecho (del autor) a la integridad. Como escritora creo que uno no debería coartar la libertad de los lectores pronunciándose en contra del fanfiction (los derechos de autor están protegidos por el disclaimer y por la prohibición de lucrar). Existen ciertas cuestiones que, en mi humilde opinión, sí deberían respetarse si no fueron originalmente incluidas por el autor (sexo, violencia, homosexualiad, etc., que de hecho influyen en la calificación con que es publicada la pieza). El art. 2183 del Código Civil Paraguayo establece que el autor puede reivindicar la paternidad de su obra y oponerse a cualquier deformación, mutilación o modificación que perjudique su honor y reputación.

- La posibilidad de estancarse. De nunca trabajar en algo propio y distinto, que para la mayoría de estos autores es una realidad. Está muy relacionado con la falta de profesionalismo. Generalmente no se tiene la noción de que escribir es algo que puede –y debe– hacerse bien.

- Personajes y universos, lo que el fanfiction no aporta. El motivo por el que muchos autores recurren al fanfiction es justamente uno de sus puntos más negativos. Trabajar historias de una forma integral no es lo mismo que hacerlo con uno solo de sus elementos. Puede terminar generando una costumbre completamente contraproducente para quien lo hace.


El caso "Cincuenta sombras de Grey"

Sin entrar a discutir el tema de la obra, se trata en verdad (hasta donde llega mi conocimiento del tema) de una historia que fue íntegramente concebida por la autora, por lo cual tiene todo el derecho de aprovechar sus derechos sobre la misma, siempre y cuando lo haga con sus propios personajes. Requisito que también tengo entendido se halla cumplido, pues los personajes de esta obra y de la serie que dio origen al fanficiton (Crepúsculo) son ampliamente diferentes.

Podemos ver entonces que el fanfiction no es completamente negativo, pues permite efectivamente el desarrollo de la creatividad en sus autores que incluso, en casos como este, genera un contenido que puede ser aprovechado. Pero tampoco es totalmente positivo, pues en ese caso podemos criticar que se haya utilizado el nombre de la autora de la serie original para ganar popularidad.

Me despido de ustedes y espero que sigan pasando por el Yermo.

M.M. Ballasch

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PS: Espero que hayan disfrutado del aporte de Mel y se animen a dejarle un comentario XD

PS2: El Forajido Nabetse y yo estamos ya a full con el nuevo proyecto que nos tenía tan desaparecidos: CACTUS GAMES. Lo que hasta hace poco era una vaga ilusión, hoy es ya una tienda que abrió sus puertas el pasado 14 de noviembre en Nuestra Señora de la Asunción Nº 1031 entre Manduvira y Jejui, Asunción, Paraguay. Allí encontrarán videojuegos, figuras de colección, artículos para regalo y para el tiempo libre, además de encontrarnos a nosotros los Forajidos, brindándoles las mejor atención personalizada ;) 




También tenemos libros de autores paraguayos contemporáneos, entre ellos, la novela "Águilas sobre el viento", de nuestra autora invitada. Así que los esperamos por allí si pueden darse una vuelta. Sí o sí van a encontrar algo que les guste. Y a nosotros nos encantará verlos a ustedes XD



















¡Saludos cactáceos!


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