jueves, 4 de septiembre de 2014

Contrarreloj y Contra-la-propia-inercia (Vuelven los Forajidos)
























Aquí estamos otra vez ante ustedes, amables visitantes del Yermo :D 

Y ante ustedes también, tumbleweeds y cactus que nos esperaban con la fidelidad de siempre xD

Al menos ustedes, porque lo que es la vida… La vida no espera u__u


1. ¿Espíritus libres?

Sí, podríamos darle un toque más bohemio-hippie-chic-hipster-lento a nuestra ausencia y decir que somos espíritus libres y que nos tomamos un tiempo para analizar el rumbo por el cual estábamos llevando nuestras respectivas vocaciones artísticas, pero la pura verdad es que somos apenas personas normales como todo el mundo, con más actividades y ganas de hacer cosas que las que caben en los normalmente limitados tiempo y energía que nos vienen dados.

Así, esta ausencia que al final terminó siendo muy larga, se debió sólo a haber caído —una vez más— en una de esas espirales de poco tiempo/mucha inercia que, sin que uno se dé cuenta, terminan alejándolo de actividades queridas e importantes, como es para nosotros la de escribir(yo)/dibujar(el Forajido Nabetse) para este blog.


2. Una decisión constante

Mas cuando nos dimos un momento para reflexionar sobre por qué no estábamos haciéndo los deberes, ante la falta de una justificación convincente, decidimos que era tiempo de rectificar el rumbo.

Siempre es tiempo de rectificar el rumbo, en realidad. Siempre que uno sienta que no está haciendo el trabajo como debería. Porque en contraposición a esa imagen romántica y algo mística habitualmente difundida, la decisión de abrazar una vocación artística no equivale solamente a la respuesta dada —en un día lejano y probablemente sin comprender por completo la magnitud de la responsabilidad que estábamos asumiendo— a ese llamado incomprensible que suena adentro, en lo profundo de ese abismo que constituye cada uno para sí mismo.

La verdadera respuesta a la vocación artística es una decisión que se toma todos los días, incluso varias veces al día. En cada elección, en cada mínima renuncia que inclina la balanza hacia eso que tanto nos cuesta pero nos satisface hacer, volvemos a dar nuestra respuesta afirmativa y recomenzamos la lucha de crear.

En cada pequeña respuesta decidimos seguir. O volver.


3. Volver y volver, siempre volver

Porque como ya lo hemos mencionado en otros posts, las caídas, los obstáculos y las dificultades habrán de ser infinitas. 

Y así de infinitas deben ser también siempre nuestras ganas de volver. Volver a intentar, a empezar, a reorganizar, a probar, a hacer el esfuerzo de dar lo mejor que tenemos, eso que nos hace únicos.

Este post, una vez más, es la declaración de los Forajidos, la promesa de hacer nuestro mejor esfuerzo por cumplir los objetivos que las vocaciones que elegimos nos imponen. Ya sea porque ello sirva para iluminar caminos ajenos o porque es lo que nos debemos a nosotros mismos.

Que haya gente dando su mejor esfuerzo por hacer algo que considera lindo no puede hacer ningún daño. Al contrario, algo importante suma, aunque quizás en ese momento nadie lo pueda ver.

Por estas razones elegimos volver, aunque la vida y el tiempo nos pasen muchas veces por al lado con la fuerza de un tren enloquecido.

Nosotros, los Forajidos, vamos a perseguir ese tren. 
Lo vamos a alcanzar. 
Nos vamos a subir. 
Y le vamos a mostrar a ese reloj bandido quiénes son los que mandan en el yermo.

¬-(o_Ó) Sígannos pues los buenos ;)



PD: Como siempre, muchas gracias a los que nos honran leyendo estos post :D

PD 2: Y como la fecha de nuestro regreso coincide con la de partida de un importante referente de la música de nuestra generación, celebramos el legado de su vocación con este tema que suena muy bien en el Yermo. 


Esperamos que, al igual que todos aquellos que con su arte dieron lo mejor de sí mismos, disfrute ya del “vértigo de la eternidad” :)



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