“Contame una de cowboys” (Introducción al cuento)

Esa era la clásica respuesta de mi madre cuando alguien le venía con alguna historia inverosímil y ella deseaba dejar bien en claro que no la creía. Y hoy yo la uso para abrir este artículo que constituye el primer acercamiento que haremos desde este yermo al cuento. A ese mundo de infinitas posibilidades y variaciones que los escritores manejan en la noble persecución del fin supremo de la literatura: contar una historia. O dos, en este caso.

1. El “Alma” del cuento 

“Primera tesis: un cuento siempre cuenta dos historias.

El cuento clásico narra en primer plano la historia 1 y construye en secreto la historia 2. El arte del cuentista consiste en saber cifrar la historia 2 en los intersticios de la historia 1. Un relato visible esconde un relato secreto narrado de un modo elíptico y fragmentario

El efecto de sorpresa se produce cuando el final de la historia secreta aparece en la superficie.”

Ricardo Piglia, Tesis sobre el cuento, p. 105-106.

Tal como tan acertadamente revela el autor argentino en el fragmento citado, incluido en su libro de ensayos “Formas breves”, uno de los elementos más característicos del cuento es que siempre nos dice mucho más de lo que leemos en la superficie. Al menos, los buenos cuentos. 

Y esto ha sido así desde su origen, desde los tiempos de la antigüedad en que las personas contaban cuentos alrededor del fuego, reunidos en pequeñas comunidades. A través de estas narraciones el ser humano ampliaba su conocimiento sobre el mundo, sobre el prójimo e incluso sobre sí mismo. Leyendo los cuentos tradicionales de diferentes culturas es fácil notar que los cuentos y relatos han sido también el vehículo mediante el cual se transmiten los elementos que identifican a un pueblo y los valores que sustentan la convivencia y deben ser adquiridos por los más jóvenes. Leyendas de héroes de los más variados tipos ensalzan los diferentes aspectos positivos de la naturaleza humana: el superar los obstáculos, el coraje, la transformación, el sacrificio, y cómo impactan todas estas cualidades en la comunidad.

El cuento siempre ha sido la llave que abre las puertas a nuestras propias profundidades, para revelar sus tesoros.

“El cuento se construye para hacer aparecer artificialmente algo que estaba oculto. Reproduce la busca siempre renovada de una experiencia única que nos permita ver, bajo la superficie opaca de la vida, una verdad secreta.”

Ricardo Piglia, Tesis sobre el cuento, p. 111.

2. Trabajo de campo

Y claro, gente… Porque acá en el yermo no es cuestión de sentarnos alrededor del fueguito, comernos un buen guiso de fideos y decir que todo está muy lindo. Así que es hora de ponernos a trabajar y bajar a tierra los aspectos abstractos sobre los cuales estábamos conversando.

Para eso les dejo dos cuentos que están en mi lista de grandes favoritos, que les permitirán notar con mucha facilidad estos aspectos que hemos mencionado. 

A. El cuento cuenta dos historias

Final del juego, de Julio Cortázar

Cómo no empezar con uno de mis autores favoritos, ídolo total en el área que comentamos en el presente artículo. En este cuento que me enamoró desde la primera vez que lo leí, Cortázar construye con su genialidad habitual la historia 1 (que nos decía Piglia) y deja ver con nostálgica sutileza la historia 2, mucho más grave, mucho más profunda y que tiene que ver con el final que menciona el título de la obra, que no es solo de un juego sino de toda una época de la vida.

B. El cuento tiene como finalidad convertirnos en mejores versiones de nosotros mismos

El ahogado más hermoso del mundo, de Gabriel García Márquez

Esa afirmación les va a saltar por la cara cuando terminen de leerlo. Y si no se quedan con un nudo en la garganta, son tipos y chicas de verdad rudos.

Personalmente, a este cuento le tengo un especial cariño porque –por esas coincidencias que podemos llamar destino– fue como la confirmación de que debía luchar con intensidad por algo que podía cambiarlo todo, tal como sucede en la historia. Hoy me alegra profundamente haberlo hecho y seguir trabajando por ello cada día. Mi compañero forajido, el artista, es tocayo de uno de los protagonistas del cuento. Es todo lo que voy a comentar sobre el tema ;) 

3. Brevísimos (pero fundamentales) apuntes

- Escribir cuentos no es ninguna tontería. Es, como habrán podido recordar a lo largo de este artículo, una realidad muy unida a la naturaleza humana, desde nuestros primeros pasos sobre este planeta. 

- No importa que hoy estemos inundados de información, tecnología y conocimiento. Nuestro intelecto y nuestra alma todavía buscan regocijarse en una buena historia, que despierte esa necesidad (a veces atontada por tanto bombardeo mediático y social) de desenterrar una de esas verdades secretas ocultas en el abismo de nuestra propia existencia, a lo cual nos orienta el escritor, con sus palabras y su oficio.

Así que la próxima vez que estén escribiendo un cuento y les digan que se pongan a hacer algo productivo, ustedes simplemente respondan que están cumpliendo con la sagrada función de alimentar el alma del mundo. Y pónganles de ejemplo a ese señor, cuyo nacimiento recordaremos en breve, en medio de excesos de sopa paraguaya, cerdo y pan dulce. Recuérdenles que El no le habló a la gente con grandes discursos o tratados filosóficos, sino con cuentos. 

Pueden decir también que es la manera que ustedes eligen para intentar cambiar el mundo: un cuento a la vez.

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Este artículo da inicio a una serie de tres, para esta primera aproximación al cuento. No dudo que con el transcurso del tiempo vendrán varias más, considerando la gran importancia del mismo dentro de la narrativa y la literatura en general.

Aquí hemos visto a grandes rasgos cuestiones de carácter principalmente abstracto que hacen a su esencia y a lo que busca transmitir. El martes que viene analizaremos lo que lo identifica y su estructura y, por último, conversaremos sobre algunos aspectos a tener presentes a la hora de sentarnos a escribir un cuento. 

¡Les esperamos alrededor del fuego!

¬-(o_Ó)

PD: En la ilustración, conozcan a Cactus, nuestro compañero de aventuras en el yermo. Es un tipo callado, pero es un gran amigo: sabe escuchar y guardar secretos como ninguno XD ¡Ah! Y no sale a ningún lado sin atarse su pañuelo de vaquero XD