martes, 25 de junio de 2013

Dos clases de personas, dos caminos para cada una (Personajes y motivación)




























Bienvenidos de vuelta, apreciados visitantes del yermo. Pónganse cómodos, que hay rocas para todos. En el post de la semana pasada, habíamos dejado unas cosas en el tintero para no extender la conversación más de la cuenta, así que hoy es un buen momento para retomar el tema.

Habíamos hablado del arco de transformación y de los personajes que cambian y de los que permanecen. Pero es hora de sumar un concepto más que servirá para multiplicar nuestras opciones.


1. Eso que nos mueve

Kurt Vonnegut, en una cita que conocí gracias a @AdviceToWiters –una cuenta de Twitter que me gusta mucho–, plantea con claridad lo que significa la motivación cuando trabajamos con personajes:

Cuando enseñaba escritura creativa, solía decirles a los estudiantes que hicieran a sus personajes querer algo inmediatamente, aunque solo fuera un vaso de agua. Incluso aquellos personajes paralizados por el sinsentido de la vida moderna tienen que tomar agua de vez en cuando.

Si hablamos de motivación, hablamos de lo que nuestros personajes quieren y por lo cual están dispuestos a luchar. La motivación de los personajes es lo que pone en movimiento la historia, es lo que les lleva a actuar de una manera determinada, en pos de un objetivo.

Y como saben que me gustan mucho los conceptos, les dejo este que otra vez encontré en una página gracias a San Google:

Motivación: son las razones que residen tras las acciones de un personaje y que le impulsan a reaccionar o actuar de la manera que lo hace. (...) Dos personajes con objetivos idénticos pueden tener muy distintas motivaciones, de ahí la necesidad de establecerlas para dotar de dimensión humana a los personajes. Por otra parte, las acciones sin motivaciones claras o comprensibles, suponen grietas estructurales que pueden desembocar en la incredulidad por parte del espectador (lector).



2. La motivación también puede ser de dos clases

Definida entonces la motivación como anotamos arriba o, como dice en este blog, como "aquel estímulo que hace que una persona inicie una acción y persista en ella hasta la culminación de su objetivo", podemos notar que la motivación de nuestros personajes puede ser de diferentes clases. 

Como anota en ese mismo blog que citamos en el párrafo anterior, ellas pueden ser emocionales o racionales, egoístas o altruistas, conscientes o inconscientes, etc. Pero en la clasificación que me interesa hacer énfasis es en una que tiene mucho que ver con la estructura y la mecánica de la historia que nos disponemos a contar.

En el libro de Nancy Kress que ya mencionamos en el post anterior, Characters, emotion and viewpoint, ella   distingue entre motivaciones permanentes y progresivas. Las primeras son aquellas que, como su nombre lo dice, no varían a medida que la historia progresa. El personaje tiene una motivación primordial durante toda la extensión de la historia, aun cuando en pos de ella deba alcanzar metas temporales provisorias, todas las cuales forman parte de la motivación principal.

La motivación es progresiva, por otra parte, cuando va mudando a lo largo de la historia. Así, lo que motiva las acciones de nuestro personaje va cambiando: lo que el personaje quiere se ve modificado por los eventos de la historia y sus acciones siguen el camino que estos cambios imponen. 

En El tren de las 3.10 a Yuma, podemos ver, por ejemplo, a personajes que encarnan estas dos situaciones diferentes. El ranchero que se embarca en la misión de trasladar al peligroso forajido lo hace desde un principio con la idea de darle a su hijo algo por lo cual estar orgulloso de él y esto es lo que le hace persistir en la empresa hasta el final. La motivación del bandido es, por otro lado, en un principio escapar, pero hacia el final esta motivación se ve alterada por la comprensión de la motivación de su antagonista (el ranchero) lo cual hace que sus acciones tomen un rumbo muy diferente.



3. Dos por dos

Y si unimos las dos clases de personajes de la semana pasada (los que cambian y los que permanecen) con las dos clases de motivaciones de hoy (permanentes y progresivas), nos quedamos con las siguientes opciones, también resumidas en el libro de Nancy Kress ya mencionado:

- Los personajes que no cambian, ni en cuanto a personalidad ni en cuanto a motivación. Ellos son lo que son y desean lo que desean.
- Personajes cuya personalidad permanece sin cambios, pero cuya motivación sí varía a lo largo de la historia.
- Personajes que cambian a través de la historia, pero cuya motivación no.
- Personajes que cambian durante la historia y cuya motivación también cambia.

Estas cuestiones están muy vinculadas al argumento, al punto que la elección de uno u otro tipo de personaje  determinará qué tipo de historia vamos a contar. O, en el caso de que partamos de un argumento específico, también notaremos que hay personajes que se adaptan mejor a él y los elegiremos en consecuencia.


Espero que estas cuestiones les resulten de interés o de utilidad. Porque esa es nuestra misión en el yermo: compartir herramientas y experiencias. Por eso siempre nos hace muy feliz saber que algo logramos aportar.

Les deseo una placentera escritura y un excelente resto de semana.

Saludos cactáceos

¬-(o_Ó)


PD: hoy 25 de junio es el día del libro paraguayo, así que muchas felicidades a mis colegas y connacionales que dan siempre lo mejor de sí para que estos libros puedan existir y hacernos sentir orgullosos :D

PD 2: Siempre es lindo regalar(se) un libro para apoyar el arte de nuestros colegas.



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