Una vez más voy a pasar para la semana que viene el segundo artículo de la serie sobre el cuento y les explico por qué.
Sucede pues que esta forajida tuvo el privilegio de ser invitada por una institución social –que entre sus objetivos cuenta el de la promoción de la cultura– a una tertulia literaria y quiero compartir con los cactus y los lectores las impresiones que me quedaron de dicho evento.
Ya desde la semana pasada tenía la idea de que el post de hoy trataría sobre este tema, tanto así que fui con mi cuadernito y mi lapicera para anotar lo que se decía. Se habló de muchas cosas interesantes relacionadas a la escritura y al cuento, pero ellas serán referidas oportunamente en futuros artículos de este blog.
Porque hoy he decidido escribir sobre las actividades literarias y los espacios que ellas brindan.
¿Por qué? Porque nos quejamos cuando por culpa de un concierto de reggaetón se bloquean las calles adyacentes al local donde se realiza o cuando como consecuencia de un partido de la selección nacional se paraliza el país.
Pero ¿qué hay de nuestra pasión? Cierto que lo nuestro es mucho menos masivo que los ejemplos citados en el párrafo anterior, pero eso no implica que podemos entregarnos a la fiaca a la hora de conquistar el lugar que nos corresponde.
Somos escritores. Somos capaces de quedarnos sin dormir (ey, el reloj marca la una de la madrugada y yo recién estoy empezando este artículo), de inventar tiempo donde no hay, de no salir de paseo para trabajar en algo que despierta nuestro interés.
¿Por qué entonces parece haber cierta timidez a la hora de estar física y temporalmente presentes en un evento preparado por y para nosotros?
Cada uno ensayará la respuesta a esta pregunta, quizás al terminar de leer estas breves palabras. Para aceitar un poco el pensamiento, analicemos estos espacios de los que hablo, que nos ofrecen las actividades literarias.
1. Un espacio para lo que tanto te gusta
Díganme si no les pasa con cierta frecuencia que se ven en medio de una conversación sobre un tema que “demasiado” les gusta y sienten que todos sus sentidos están puestos en eso y lo disfrutan hondamente y no quieren que llegue el momento de pasar a otro tema y se sienten como acelerados y… y...
Bueno, en la tertulia de ayer pude percibir esa sensación en mí misma y en mis colegas. Cuando se logra un ambiente de confianza y apertura, sentarse a conversar sobre lo que más nos gusta es un verdadero placer.
No siempre se da esto, claro, pero lo cierto es que mientras más lo intentemos, más posibilidades tenemos de encontrar esos momentos.
Vale la pena hacerse de tiempo para sentarse a charlar sobre ese fuego que nos quema adentro, sobre esas historias que tanto nos gustan, sobre esos escritores a cuyo genio nos gustaría acercarnos algún día. Porque nuestros sueños de tinta son tan importantes como los de los que trabajan por la paz entre los pueblos o por la educación de los ciudadanos del futuro. Quizás el día de mañana una persona vea el mundo de otro color gracias a alguna de tus historias. Quizás, más temprano que tarde, sean tus palabras las que hagan la diferencia.
2. Un espacio para conocer a tus colegas y compartir con ellos
Y esta es una de las cosas más interesantes, desde mi punto de vista: la maravillosa experiencia de poder intercambiar opiniones, motivaciones, dificultades, logros, con gente que está en el mismo camino que uno.
Gracias a la tertulia de ayer (limitada a unos pocos invitados por cuestiones de salón, motivo por el cual no promocioné el evento a través de este blog y la página del FB), pude ver una vez más cuán diferentes son los caminos y experiencias de mis colegas escritores, los de mi edad y los mayores. Escuchar de dónde sacan ideas para sus historias, cómo sus profesiones influyen en su escritura y cuáles son las situaciones que tocan sus fibras ha sido un regalo que enriquece mi propia experiencia.
Por eso, por haber compartido sus mundos conmigo, agradezco de corazón a los que fueron y a los que hicieron el evento posible.
Agradezco a todos los que van y hacen posible este tipo de eventos. Porque ellos son el fuego que ilumina nuestro pequeño pero hermoso mundo de letras.
3. La versión de esta forajida
Todavía estábamos en el colegio cuando se organizó un simposio internacional de literatura que tuvo como sede nuestro país. Mi mejor amiga Silvana y yo no entendíamos el 50% de las cosas que se discutían en dicho evento, pero estábamos ahí sentadas escuchando, tratando de absorber literatura aunque sea por ósmosis. Y así, en cuanta huelga literaria había nosotras estábamos. Y, aunque no nos conocía, de tanto vernos por ahí demostrando interés en las letras, un joven de nuestra edad llamado José nos invitó a Silvana y a mí a participar de un incipiente grupo literario llamado “Salón de Lectura”.
Diez años después puedo decir con orgullo que sigo formando parte de ese grupo que marcó un nuevo rumbo en mi camino literario. De este grupo volveremos a hablar en próximas ocasiones en este yermo, ténganlo por seguro. Hoy es suficiente con decir que llegué ahí gracias a esa insistencia –un poco cabeza dura– de participar en las actividades relacionadas a mi pasión.
Actividades que en esa época quizás todavía no me correspondían del todo porque me faltaba aprender más, pero que yo seguía con la decisión de quien está dispuesto a cabalgar –sin apuro pero con tesón– hacia el horizonte de sus sueños.
¬-(o_Ó)
PD: El martes que viene, sí o sí, retomamos la serie de los cuentos. Nuestro forajido artista favorito ya tiene encomendado el dibujo del próximo artículo y estoy segura de que les va a encantar, como cada semana XD Pasen pues a ver sus nuevos trabajos en su página del FB Nabetse's drawing room :D
¡Me encanta! Cada experiencia literaria es un compromiso que cada vez se hace más importante, creéme que tus amenazas están dando serios resultados, que saldrán a la luz luego de que mi redacción salga del modo tesina :P
ResponderEliminarMe encanta saber que mis amenazas están dando resultados ¬-(o_Ó)
EliminarEsa era la idea XD Además se va sumando gente al bullying literario XD
Y es así como vos decís: cuando compartimos con nuestros colegas, es como que renovamos el compromiso con las letras y lo asumimos cada vez con más decisión y responsabilidad.
Quedamos a la espera del cambio de modo de tu redacción entonces. ¡Saludos! :D
Me encantó el Blog y también el artículo sobre la tertulia, Capitana Pat. Lamento de veras no haber podido asistir, porque las oportunidades de conocer mejor a los colegas y de compartir los temas que nos apasionan, son raras y no suelen darse tan fácilmente.
ResponderEliminarDe todas maneras estuve allí con el pensamiento. :)
Saludos
Hola Olga :D Me hace muy feliz que te haya gustado el artículo y el blog. Te invito a que te des una vuelta por él los martes, ya que me he comprometido a alzar un artículo nuevo cada semana, sobre literatura, ilustración y cuestiones relacionadas a estas ramas del arte.
EliminarY si bien es cierto que las distancias muchas veces juegan en nuestra contra, ahora tenemos también la gran suerte de contar con la tecnología que nos acerca :D
Gracias a ella podemos compartir estas palabras, aun estando lejos :D
¡Muchas gracias por el comentario y afectuosos saludos!
Muy cierto... es la insistencia lo que nos lleva a destino :)
ResponderEliminarMuy bueno el post, y si fue una noche interesante! Deberían armarse más seguido -.-
M.
Muy cierto, deberían armarse estos encuentros más seguido :D
Eliminar¡Saludos!