martes, 16 de abril de 2013

Esos días en que uno se arrastra (Cansancio y falta de energía)



























Todos atravesamos esos días. Días en que no tenemos fuerzas/ganas ni para hacer las cosas que más nos gustan. Días, en mi caso, en los cuales no tengo energía ni para escribir.

Las causas pueden ser muchas y diferentes: estrés acumulado, el trabajo, los estudios, una gripe, la frustración de pensar que no estamos logrando avanzar hacia nuestros objetivos, cuestiones emocionales, sentir que lo que hacemos no nos satisface, actitudes poco positivas de la gente que nos rodea, situaciones complicadas… Y así hasta el infinito, hasta repasar una interminable lista donde aparecen todas las debilidades que uno, como ser humano normal, puede tener.

Hoy es para mí uno de esos días. Y escribir este post me está resultando tan exigente a nivel físico y mental como escalar una pequeña montaña. Pero cuando con el Forajido Nabetse empezamos este blog, fue nuestra elección abrazar el compromiso de postear con regularidad. Por eso estoy aquí ahora, y no durmiendo en mi camita como me gustaría. Porque el camino de hacer lo que nos gusta es tremendamente placentero y satisfactorio, pero exigente y agotador también, la mayor parte de las veces.


1. Esas cosas que nos cansan

Vivimos en un mundo que exige nuestra atención constantemente. Como en ninguna época anterior, nos han vendido la idea de que para triunfar en cualquier ambiente tenemos que ser “multi-tarea” (multitasking, como se suele decir en la jerga laboral). Así que nos parece normal tener que estar haciendo más de una cosa al mismo tiempo. Aprendemos a manejarlo y a desenvolvernos bastante bien. Pero de vez en cuando nuestra cabecita pide un recreo.

Quizás ya estemos acostumbrados, pero nuestro estilo actual de vida, lleno de estímulos y requerimientos, conlleva un gran desgaste. Fragmentados en decenas de actividades y tareas, la energía se nos escapa a raudales.


2. Lo urgente no deja tiempo para lo importante

Y lo peor del caso es que si hiciéramos un monitoreo de lo que consume nuestro tiempo, veremos cuán poco le dedicamos a las actividades que consideramos “importantes”.

Más allá del tiempo inevitablemente concedido a las actividades que nos permiten ganar el sustento o prepararnos para hacerlo en un futuro próximo, regalamos preciados minutos a numerosas actividades cuyo aporte “nutricional” a nuestras vidas no es demasiado elevado.

Nos vemos arrastrados por lo urgente. Y no solo por la urgencia de nuestras obligaciones, sino por urgencias que se nos han metido adentro como malas hierbas. La urgencia de estar en “lo último”, ya sea que ello se manifieste en una incapacidad para largar las redes sociales o en la compulsión de perseguir los objetos o actividades más populares.

Y así, como lo dijo la siempre sabia Mafalda: lo urgente no deja tiempo para lo importante.


3. Hacer nuestro mejor esfuerzo

La primera parte de la estrategia es, por supuesto, organizarnos. Trabajar en nuestro orden de prioridades y tratar de hacer que la asignación del tiempo que hacemos a nuestras actividades esté de acuerdo con esas prioridades que establecemos.

Pero, volviendo al comienzo de este post, hay días en que ni todo eso es suficiente.

Y con respecto a qué hacer en esas situaciones, hace poco leí un post donde su autora comentaba las estrategias que le sirvieron para duplicar la cantidad de palabras que escribía por día. Una de ellas era preguntarse, cuando sentía que no podía más, si estaba haciendo su mejor esfuerzo. Si la respuesta era sí, entonces ella decidía relajarse. Porque qué más se puede esperar de una persona –incluyendo uno mismo–, que su mejor esfuerzo. Y si la respuesta era no, bueno, entonces era el momento de hacer ese mejor esfuerzo.

Me parece un ejercicio interesante de autoconocimiento, de escrutar con honestidad los límites de nuestras propias fuerzas. Y espero que les sirva para el día en que se encuentren así, sin ganas, sin fuerzas para nada más que para arrastrarse hasta la cama.

Habiendo dado lo mejor posible, el descanso reparador es justo y merecido.

Hasta el próximo martes, ahora me voy a echarle un sueñito (-__-)/


¬-(-__-) se nos duerme también el emoticon forajido.



PD: No se olviden de dar una vuelta por nuestras páginas del FB, para ver los dibujos del Forajido Nabetse o las imágenes del Juego del Jueves. También nos encuentran en Twitter (@CapitanaPat / @tte_nabetse), si quieren decirnos cualquier cosa en menos de 140 caracteres.

PD 2: El próximo martes es el día del libro :D Así que estén atentos porque queremos hacer algo especial. ¡Saludos forajidísticos!




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