Estamos en época de premiaciones de concursos literarios y es un buen momento para conversar sobre ellos, a fin de empezar a preparar las obras que participarán en los próximos. Así como un corredor no se larga a una maratón sin haber entrenado su cuerpo antes, tampoco es recomendable enviar a un concurso un cuento terminado el día anterior al cierre del plazo. Cierto que todos lo hemos hecho alguna vez, ‒ey, vivimos en Paraguay‒ pero no es lo recomendable.
No hace mucho leía en el blog Write it sideways un artículo de Suzannah Windsor Freeman sobre los pro y los contra de presentarse a concursos literarios y era bastante interesante, aunque ‒lógicamente‒ orientado a la realidad de los escritores del primer mundo, donde la situación editorial difiere en muchos aspectos de la nuestra. Si el inglés no les da problemas, lean el artículo original para comparar lo que allí dice con lo que vamos a comentar ahora y ampliar su visión, lo cual siempre es bueno.
Aspectos generales de los concursos literarios en Paraguay
En primer lugar, en Paraguay los concursos literarios son contados y bien conocidos. En la mayoría de los casos no discriminan temas ni estilos, limitándose las condiciones a determinar un máximo de páginas de extensión. Por lo general presentan categorías diferenciadas para jóvenes y adultos.
Los concursos en nuestro medio son organizados por instituciones destinadas a promover la cultura, con el apoyo de las principales editoriales del país, lo cual hace que todos gocen de un merecido prestigio.
Los principales concursos literarios de nuestro país son (los voy citando por antigüedad):
- Concurso de cuentos del Club Centenario (Decimoctava edición en 2012)
- Concurso de cuentos “Jorge Ritter” de la Cooperativa Coomecipar (Decimoquinta edición en 2012)
- Concurso de cuentos del Centro Cultural de la República El Cabildo (Séptima edición en 2012)
- Premio Elena Ammatuna de Cuento Corto (Sexta edición en 2012)
- Premio Literario Grupo General de Seguros (Segunda edición a finales de 2011)
Concursos temporalmente discontinuados:
- Concurso de cuentos de la Cooperativa Universitaria (no se convocó en 2012, pero es uno de los más antiguos del Paraguay ya que su primera edición según pude averiguar fue en 1986)
- Concurso “Juan S. Netto” de Escritoras Paraguayas Asociadas (se convocó por última vez en 2008, alternaba entre poesía y cuento)
Les dejo las páginas de Facebook de algunas de estas instituciones. Pueden seguirlas ya que suelen compartir por ese medio la info de los concursos.
Los pro de los concursos
De acuerdo al esquema del artículo que mencioné antes, podemos citar los siguientes aspectos positivos de participar en concursos literarios:
- Premios en efectivo: los concursos ofrecen para los primeros lugares interesantes premios en efectivo. Además de sentir el placer de ganar dinero por hacer lo que nos gusta, siempre viene bien un extra ;)
- Conocer y hacerse conocido: y esto en nuestro país debe ser tomado literalmente. Ser premiado en los concursos trae la posibilidad de conocer a los miembros del jurado –escritores de renombre en el ambiente nacional– así como a editores y ser conocido por ellos. También tiene la ventaja de que le permite a uno contactar con otras personas con sus mismos intereses y que están en el mismo camino –los otros ganadores–. Ampliar el círculo de amistades con gente que comparte la pasión por las letras es algo muy positivo.
- Publicación en antologías: la mayoría de los concursos editan antologías con todos los cuentos premiados ese año, obsequiando a los ganadores un número determinado de ejemplares. Así, no solo nuestro trabajo queda plasmado en una publicación impresa, sino que también vamos agregando importantes líneas a nuestro curriculum.
Esos pueden ser considerados los beneficios más obvios, pero también existen otros que repercutirán de manera favorable en el desarrollo de nuestro oficio de escritores:
- Acostumbrarse a trabajar con fechas límite: eso de que uno trabaja mejor bajo presión es cierto la mayoría de las veces. Trabajar con plazos y metas nos obliga a ser más organizados y eficientes, aprendizaje que deviene útil para cualquier área de nuestra existencia.
- Trabajar en otra cosa: enfrascarnos en proyectos de grueso calibre como una novela puede convertirse por momentos en una tarea extenuante. Poner nuestra mente a trabajar en otra cosa puede traernos esa ráfaga de aire fresco que estamos necesitando, sin dejar de apretar las teclas.
- Alejarse de ese cuento por un tiempo: como los concursos exigen que las obras no hayan sido presentadas en otros certámenes, el tiempo que el cuento permanezca “parado” mientras se esperan los resultados, si no ganamos, puede servirnos para volver a él y revisarlo con una mirada más imparcial.
- Ir poniéndose a prueba: el escritor es un trabajador solitario, pero el producto de su trabajo está destinado a las otras personas. Un concurso es un lugar donde mostrar nuestro trabajo: si ganamos algo, veremos que vamos por buen camino y nos infundirá confianza. Si no ganamos, podemos proponernos mejorar… o buscar una segunda opinión en otro concurso.
Y finalmente:
- Casi nada que perder: considerando que ninguno de los concursos de nuestro medio exige algún tipo de pago para participar en ellos (como sí ocurre en otros países), no hay mucho que perder. Ni siquiera las tres carpetas que compramos para enviar nuestros cuentos en ellas, ya que en caso de no resultar premiados, la mayoría de los concursos permite retirar las obras presentadas.
Entonces… ¿hay algún aspecto negativo?
El principal aspecto negativo que podemos mencionar puede ser el factor anímico. Como toda competencia, habrá un gran número de personas que no recibirá reconocimiento alguno y uno tiene que estar preparado para afrontarlo sin perder la dignidad. Es importante manejar las emociones y no caer en una especie de depresión por no haber ganado, ya que ello no es muy útil, a menos que seamos como Adele que escribió sus mejores canciones a partir de sus desengaños amorosos (todo puede ser positivo, como ven jeje). Si no nos han tocado ni los bocaditos de la premiación, no cabe sentirnos unos fracasados y considerar que mejor nos dedicamos a la pintura de brocha gorda. Es necesario recordar que los miembros del jurado son seres humanos como todos y que, a pesar de que hay aspectos objetivos que siempre son evaluados (lo veremos en la parte de buenas prácticas), también siempre existe un cierto grado de subjetividad. Y a eso hay que acostumbrarse, porque así es la vida y lo de querer gustarle a todo el mundo es imposible y tampoco es tan importante. O sino pregúntenle a ciertos autores de bestsellers, repudiados por una buena parte del planeta pero exitosos y millonarios fin de cuentas.
Buenas prácticas para escritores concursantes
Encarar nuestro oficio con profesionalismo es uno de los mayores favores que nos podemos hacer, si nuestro compromiso con las palabras es lo suficientemente fuerte como para mantenernos despiertos a la madrugada escribiendo. En los concursos, respetar un par de reglas muy simples puede ponernos ya un paso adelante del resto de los competidores:
1. Leer bien las bases y condiciones y RESPETARLAS: si la extensión dice seis páginas, no envíen un cuento de ocho páginas, porque por más bueno que sea, el jurado se verá obligado a descalificarlo. Las reglas son las reglas y deben ser respetadas. Parece una recomendación muy obvia, pero nunca falta quien cree que puede pasarse de vivo. No es así, lo único que hace el que no respeta las bases y condiciones de un concurso es gritar a los cuatro vientos que todavía no ha aprendido siquiera las normas básicas de convivencia.
2. Ser cuidadosos con la ortografía y la gramática: otra recomendación muy básica, pero si se detuvieran a analizar la terrorífica cantidad de errores gramaticales y ortográficos de los escritos que circulan por todos lados, sentirían una profunda pena hacia nuestro pobrecito idioma, tan maltratado diariamente en todos los ámbitos de la vida. El escritor, como trabajador de la lengua, debe ser el primer interesado en velar por ella. Además, un cuento con un buen uso del idioma y sus reglas puede causar un impacto muy favorable en el jurado.
Ser profesionales en nuestro trabajo es una forma de mostrar respeto, en primer lugar hacia uno mismo, ya que nuestras obras nos representan ante los ojos de los lectores y nadie desea verse desprolijo y descuidado. También es una muestra de respeto hacia los miembros del jurado, esos escritores que aceptan ceder su tiempo para alentar y hacer crecer a las nuevas generaciones, y, por supuesto, hacia los organizadores, quienes también apuestan por ellas.
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Espero que este artículo les haya resultado de utilidad y los impulse a sentarse frente a sus computadoras o con sus cuadernos en mano para empezar los cuentos que los representarán el año que viene frente a los ojos del jurado.
Pueden suscribirse a este blog o seguir la página del Facebook Capitana Pat. A medida que me vaya enterando de las fechas y bases y condiciones de los concursos literarios de nuestro país, iré alzando la información a través de estos medios.
Gracias por leer y ¡buena puntería con las palabras! XD
¬-(o_Ó)
PD: Solo por diversión fíjense en el ejemplo que usa la RAE para señalar el sentido figurado del término Cazarrecompensas XD
Este post está hecho para mí. Es todo lo que quiero decir. Debo reconocer que mi actividad literaria empezó y sigue siendo básicamente aficionada, muy poco disciplinada y menos aún constante.
ResponderEliminarSin embargo, en medio de ese desorden en el que caí con las letras, no puedo obviar las enormes satisfacciones que me dio todo esto desde aquel primer ensayo que escribí a los 16, y con el que inesperadamente gané el concurso al que lo había presentado. Totalmente a favor de los concursos literarios, lo anímico forma parte de este camino y también se aprende a disfrutarlo, porque nos recuerda que siempre hay mucho por mejorar. Surtió efecto porque acá luego ya me puse a escribir jajaja. ¡Un abrazo!
Me alegra que el post haya despertado tus ganas de escribir XD Esa es la idea de este blog, poner a mis colegas a trabajar jejeje
EliminarLa disciplina y la constancia son cosas con las que vamos a luchar durante toda la vida, creo, pero lo importante es permanecer en la lucha y no dejarse vencer por la fiaca, la rutina o el cansancio. Todos empezamos a escribir como aficionados y es importante que -en cierto aspecto- lo sigamos siendo siempre, ya que la afición -inclinación, amor a alguien o algo- es lo que debe mantenernos unidos a la literatura. Si no hay eso, no vale la pena tanto sacrificio.
Lo bueno es que existen muchos recursos que pueden ayudar en ese aprendizaje, a veces demasiado solitario. Yo tuve la suerte de contar con una excelente escritora que me guió y me exigió bastante -y lo sigue haciendo-, lo cual significó el primer cambio de rumbo en mi camino. Luego también pude acceder a mucho material en inglés que deseo ir compartiendo en los próximos posts.
Difícilmente uno pueda considerarse un "escritor profesional" ya que eso suena demasiado pretencioso. Pero sí podemos apuntar a "trabajar como profesionales", lo cual, por el contrario, es una demostración de humildad, responsabilidad y amor por el oficio que, tal como vos decís, nos da muchas satisfacciones.
Un abrazo para vos también y ¡a escribir! :D
Está muy bueno el artículo :D Somos todos cazarrecompensas xD
ResponderEliminarSe inauguró por fin el blog, me gusta ^^
Esperamos que vengan muchos artículos más, ya somos especialistas en robarle horas al sueño. (>.<)/ Fuaa
Y tenemos que quejarnos en la Universitaria. Yo me uno nomás al motín.
Esperemos que los Concursos se sigan sucediendo.
Muchas gracias por la felicitación y el mejor de los éxitos :D
Un abrazo,
M.
Me alegra que te haya gustado el artículo y el blog XD Así es, por fin se inauguró y la idea es actualizarlo los martes, robándole cada vez más horas al sueño.
EliminarTal como decís, es importante reclamar en el caso de la Universitaria para que las instituciones sepan que este tipo de actividades tienen relevancia y son seguidas por la gente.
Gracias por los buenos deseos y nos vemos esta noche XD
¡Abrazo!
Felicidades por la propuesta! No es mi área pero me encanta lo bien que hacen al educar y por sobre todo, que puede ayudar a rescatar el talento dormido que existe en nuestro país. ÉXITOS!!
ResponderEliminar¡Muchas gracias, Joel! Por las felicitaciones y los deseos de éxito XD La idea es justamente esa: compartir experiencias que la gente pueda usar para crecer en el oficio de escribir o dibujar y así aprovechar al máximo su talento :D
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